LA FOTO DESTACADA: Una Bandera.

 

El Amor Detrás de la Bandera: "La Inversión del Alma"

En el deporte, a menudo la luz recae sobre los dirigentes y los gestores, aquellas almas que, movidas por un pasado como atletas o por un profundo deseo de servicio social, tejen la estructura de nuestros clubes y federaciones. Es un trabajo de honor, de entrega y en ocasiones, de constante exposición.

Pero hay un latido anónimo y silencioso, es la verdadera música de fondo de cada victoria y cada aprendizaje: el amor incondicional de un padre o de una madre.

Ellos son la columna vertebral oculta. No están en la mesa directiva, sino al borde de la cancha, en la grada silenciosa. Son aquellos que, por el simple y profundo amor a un hijo, transforman su rutina a disposición del Hockey con el esfuerzo y la más noble voluntad. Siguen, participan, sufren con el corazón cada tropiezo y celebran con una lágrima escondida cada logro.

Lo que el mundo llama "gasto" para ellos es –el madrugón, el viaje largo, la cuota social, los elementos– algo así como  una "inversión de orgullo". Es la convicción de que no hay mejor capital que sembrar en la pasión, la disciplina y la alegría de un hijo a través del deporte.

Y todo este torrente de afecto y entrega se cristaliza en un instante, en una bandera en una "foto destacada" que lo dice todo sin una sola palabra:

Es la bandera en lo alto, es una presencia inamovible. Es el mensaje tácito que el corazón le grita al hijo: "Mira, estoy aquí. Soy tu apoyo incondicional y seguro. Tu sueño es mi más preciada causa."

Un gesto inmenso, es el  de Víctor Hernán Bukauskas, Papá de  Olivia. Esa imagen no es solo un apoyo, es una declaración de amor envuelta en tela y aliento. Es el recordatorio de que en el deporte, el triunfo más grande es el afecto que se sostiene y nunca se rinde.  Víctor representa a todos los Padres a través de una Bandera, de los que pudieron ir y están con sus hijos, y de los que no pudieron viajar y sufren a la distancia.